Una de las circunstancias más frecuentes en los empresarios y profesionales es el sentimiento de culpabilidad por no ser capaces de llegar a todo: negocio, familia, amigos, hobbies…
Esto va acompañado normalmente de resultados por debajo de los objetivos y muchas horas de trabajo para intentar llegar a las cifras previstas.
Lo voy a decir muy claro, para que lo sepas: no eres especial.
El origen de todo esto no es el mercado, ni la crisis, ni tu equipo, ni el gobierno, ni la falta de tiempo, ni la competencia, ni siquiera tú.
Bueno, un poco si eres tú, pero porque las personas tenemos tendencia a actuar de una manera inconsciente y, claro, no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo porque para eso es inconsciencia.
Piensa en el día de hoy. ¿Qué tal te fue?
Vamos a ver:
¿Qué problemas e imprevistos me han surgido hoy?
¿Qué cambios de planes he tenido que hacer?
¿Cuántas veces he empezado y dejado sin terminar alguna tarea?
¿Cuántas prisas y agobios he tenido a lo largo del día?
¿Cuántas interrupciones he tenido?
¿Cómo es de larga mi lista de tareas pendientes?
¿Cuántas cosas de las que me había propuesto no he podido hacer?
¿Quién ha controlado mi tiempo?
¿Cuántas horas trabajo al día?
¿He trabajado en lo que realmente debía?
Si has reflexionado sobre ello en serio, serás capaz de intuir cual es el problema, pero para salir de esta situación no es suficiente. Hace falta saber porque ocurre todo esto si se supone que tenemos una responsabilidad, una empresa que conducir, unos impuestos y facturas que pagar, unas personas que confían en nosotros.
Una vez que sabemos que está pasando hay que tomar una serie de acciones a las que llamaremos cambio.
Y la parte más divertida de todo: implantar estas acciones en el día a día para conseguir los objetivos.
¡Así de fácil!
No, de verdad que no eres especial, todos nuestros clientes estaban en esta situación y ahora simplemente se dedican a hacer lo que deben. Y eso incluye trabajar, divertirse, cuidar a la familia y a los amigos, leer, pasear y tomarse una cervecita.
La Organización Personal comprende varias disciplinas que por lo normal no hemos desarrollado porque no se les presta la atención debida. Habilidades de planificación, delegación y comunicación son asignaturas pendientes de casi todos los empresarios y profesionales.
Y son, precisamente estas, las asignaturas más importantes para poner en acción las estrategias para alcanzar objetivos.
¿Qué podemos hacer?
Seguir un entrenamiento sistemático y con método para:
1/ fijar el plan estratégico, tanto personal como de la empresa, para poner el foco en los objetivos
2/ desarrollar un plan de acción detallado, con sentido, alcanzable
3/ aprender al lado de un especialista a planificar, a delegar y a comunicar todas las acciones previstas
Y esto es, ni más ni menos, lo que hacemos: ayudarte con pasos concretos a conseguir lo que has dicho que quieres.
Saber, Querer, Poder.
Pues a mi me gustaría saber que tal te va, si quieres conseguir tus objetivos y si puedes hacerlo. Me mueve la curiosidad y un afán por ayudar a conseguirlo.
Pablo Romeo. Mentor 3pm. Director smileconsultores