En el diseño de un futuro mejor, el enfoque principal de nuestro plan debe ser convertirnos en más de lo que somos en la actualidad. Si no estamos contentos con los resultados cosechados hasta el momento, tenemos que comenzar con el cambio en nosotros mismos.
Todo lo que tenemos en la vida ‐ lo tangible y lo invisible ‐ es el resultado directo de quienes somos. La respuesta para alcanzar una buena vida es convertirnos en más de lo que somos en este momento para, de esta manera, poder atraer más de lo que tenemos actualmente.
Si mañana perdiéramos todo lo que tenemos, podríamos reemplazarlo fácilmente. ¿Por qué? Porque adquirimos todas esas cosas como resultado de lo que somos. Suponiendo que no hayamos cambiado, con el tiempo volveremos a atraer a nuestras vidas todo lo que perdimos. La misma aplicación de nuestros conocimientos, la misma actitud, los mismos esfuerzos y el mismo plan producirán siempre los mismos resultados.
Estos puntos fundamentales deberían ser causa tanto de alegría como de alarma. La alegría se deriva del hecho que, en el momento que queramos, podemos comenzar a hacer cambios en nosotros mismos ‐ cambios que atraerán aún más cosas buenas a nuestras vidas ‐. La alarma proviene del hecho que si no hacemos esos cambios necesarios, si no convertimos nuestros errores en disciplinas y nuestros sueños en planes bien definidos, y en actividad inteligente y constante, estaremos siempre en exactamente el mismo lugar que ocupamos ahora. Viviremos siempre en la misma casa, conduciremos el mismo automóvil, tendremos los mismos amigos, viviremos las mismas experiencias y sufriremos las mismas frustraciones y los mismos trastornos que nos han aquejado siempre, ya que nosotros no hemos cambiado.
Los resultados podrán predecirse siempre, ya que los resultados siempre son determinados por la persona en que nos estamos transformando.
smile … i have a plan