Muchas veces las reuniones se convierten en una rutina sin sentido. Para que una reunión tenga resultados, debe responder a varias preguntas:
¿Para qué, cuál es el objetivo de la reunión?
¿Cuál es el orden del día? ¿qué hora de inicio y de final?
¿Qué se pone en común y qué es información?
¿Quién presenta qué tema?
¿Quién toma nota para publicar un resumen?
Además de esto, es mejor tener reuniones repetitivas (ej. todos los lunes de 9 a 10h) para crear hábito, es necesario que se haga inicialmente una evaluación de los compromisos de cada participante y que haya nuevos compromisos por parte de cada uno a partir de los temas tratados.
En resumen: sin una estrategia y sin un plan de acción, las reuniones se terminan convirtiendo en otra tarea más, ¡menudo rollo! otra reunión.